lunes, 11 de octubre de 2010

Diez sobre diez















Sí, ya sé que ya no es diez de octubre. Ayer perdí una ocasión única de aprovecharme del acontecimiento del siglo y publicar algo el diez del diez de 2010. Una gran oportunidad de escribir sobre un tema fácil y recurrente, que le brinda la Providencia al pésimo escritor carente de inspiración original, que pasa por delante de su portal y encima, lo desaprovecha.
Pero reflexionando sobre un comentario que me hizo Marta la otra tarde, creo que puede que tenga una segunda oportunidad. Hace unos días, paseábamos por la calle, acababa de atardecer y ella me dijo: ¿Sabes, Papi? En Tenerife todavía es de día. ¡Qué suerte tienen!
Así, que pensándolo bien, en algún lugar del globo todavía es diez del diez del diez y seguro, que incluso puede que sea de día.

Para todos esos afortunados que viven en un mundo en el que todo sucede un día más tarde y sobre todo, para los que gustan de vivir el presente, he aquí una lista fácil y recurrente de diez placeres que para mí, tiene la vida y que he podido experimentar:

1) Una cerveza bien fría, en una tarde de verano o tras un duro día de trabajo (o tras uno que no haya sido tan duro). Tal vez ésta no sea la mejor cerveza del mundo, pero es la que a mí me gusta. Suave, ligera y una presentación del producto con una imagen retro (soy así de simple, que todo me entra por los ojos), que recuerda a los años 30.
En este mismo placer excelso del culto al paladar, no quiero dejar sin mencionar al jamón de pata negra, ni al foie, demostración palpable del progreso humano, que empequeñece gestas más discretas como la luz eléctrica, o incluso el llegar a la luna. La mención de estos manjares genera actividad secretora, en mis fácilmente estimulables glándulas salivares.

2) El Paraíso. El lugar más maravilloso que haya visitado nunca. Fuerteventura es como la vida misma. Cara y cruz, haz y envés. La paz y la felicidad y la tristeza y el dolor, que siempre tiene abandonarla y volver de nuevo a la nada.

3) Los Piononos. Hasta la aparición en mi vida de este pastel, el tocino de cielo ocupaba un lugar primordial y destacado en mis papilas gustativas y en mi cerebro. Gracias, Mar, por ese descubrimiento, mejor incluso que la rueda o la imprenta. Olvídese de ese popular producto nauseabundo, llamado chocolate y descubra, por si todavía es uno de esos pobres desgraciados que aún no lo conoce, el famoso pastel de Santa Fe, Granada. Me comería cienes y cienes...

4) Hay una frase hecha que dice: Viajar es un placer, aunque no siempre es cierto. Pero cuando lo es, no lo olvidas. Como buen esnob y sibarita, me encanta viajar como un señor, y alguna vez he tenido la suerte de poder hacer alguno de ellos, digamos... como Dios manda.

5) A lo bueno, siempre se acostumbra uno. ¿En qué han quedado aquellos capuccinos en polvo? ¿O la famosa frase de que no hay nada como el café de máquina? Gracias, George Clooney por abrirnos los ojos. Has conseguido que las cápsulas no sean ni espaciales, ni medicinas. Son de Nespresso, ¿de qué si no?

6) Tal vez seré cursi, pero el concierto más fascinante y mágico de mi vida fue en Barcelona en el Palau Sant Jordi. Con mis muy mejores amigos (parafraseando a Forrest Gump) y mi Lourditas, tuvimos de teloneros  a Mike & The Mechanics y como artista invitado, vino  a cantarnos un rato y hacernos pasarlo bien, un chico llamado Phil Collins.

7) Karen Blixen acabó enamorada hasta las trancas de Denys Finch Hutton, no sólo porque se parecía con Robert Redford, sino porque le dio la oportunidad de poder ver el mundo desde el aire. Yo he tenido el inmenso placer, de poderlo hacer además, desde un helicóptero

8) Alguien dijo alguna vez y es injusto que no recordemos quién era, que las mejores cosas en esta vida, son las que no cuestan dinero. Una de ellas, es el escribir. Que además, como dice mi primo José Amaro, tiene la propiedad de engancharte. No importa si escribes mal, o si lo haces bien, es un ejercicio que enseguida te pone en forma y tonifica el espíritu. Da igual si es un best seller o si no lo lee nadie. Pero cuando tienes un grupo de seguidores así, cualquiera se atreve a dejarlo...

9 y 10) Pero el placer más grande que uno puede experimentar y por eso vale por dos, es el que te da el pluriempleo. Ser hijo, marido y padre a la vez, de una familia como la mía. Llegar a casa después de una guardia terrible y tras abrir la puerta, escuchar los pasos atropellados de los niños que vienen corriendo a saludarte, agarrándote por las rodillas y riendo nerviosamente, es casi un placer tan intenso, como el beso más dulce y el abrazo más tierno y cálido de Lourdes, que siempre viene a continuación.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno de los placeres que he descubierto últimamente es poder, tras una dura jornada, después de una merecida ducha, en pijama, y con la casa en completo silencio, sentarme relajada y leer cualquiera de tus deliciosos post.

Gracias!

José Amaro dijo...

Querido Mel:
En tu decálogo de placeres imprescindibles o motivos por los que merece la pena vivir sólo echo en falta uno. Aunque sólo esté al alcance de una inmensa minoría de insensatos románticos con algo de masoquismo en el alma. Se trata del impagable goce de disfrutar, cada quince o veinte años, con un título del Atlético de Madrid. Ahí es nada...

Anónimo dijo...

Un perfecto decálogo de lo más placentero. Como diría un conocido cantautor: "son aquellas pequeñas cosas...".

Mario dijo...

Mel!!! Es curioso pero muchas coincidencias han hecho que seas una persona importante en mi vida. Aunque nos conocimos en Tenerife y conocí antes a tu progenitora que a ti porque era mi profesora de inglés en 1º de BUP, al año siguiente coi ...ncidimos en clase. Ese fue el germen de muchas otras coincidencias entre las cuales destaco el haber compartido muchas vivencias en nuestra época adolescente, humores compartidos y sinsabores sentimentales también compartidos, tu paso por la facultad de Medicina donde conoces a mi madre, nuestra experiencia vivida en Barcelona, tener el honor de ser el padrino del ramo en tu boda y otra más, que pienso que nunca hemos podido aprovechar. Como sabes, nací en Granada, mi madre es de allí. Siempre pensé que me encantaría que pudiéramos coincidir en esa ciudad donde tantas experiencias de niño viví y donde reside gran parte de mi familia materna. Por qué no irnos de cañas y tapas por Pedro Antonio y hacer rabiar a Lourdes con esos chistes que solo tú y yo entendemos y que nos hacen tanta gracia, poder compartir una vista única como la del Mirador de San Nicolás o, como bien comentas, saborear unos ricos piononos en Santa Fe. Bueno, ahí queda amigo.

melkarr dijo...

Srta Anónima: No se confunda, el placer es siempre del que escribe, pues comparte cosas, que tal vez de otra forma, no acertaría a expresar de la misma manera. Y no dude que lo que convierte realmente en deliciosos los posts, es poderlos compartir con usted.

Sr José Amaro: Afortunadamente, placeres hay muchos más de diez y uno de ellos, aunque no lo menciono, es contar con su cariño y su amistad desde hace tanto tiempo.

Sr Anónimo: Como es lógico, su lista diferirá de la mía, pero ha dado con el nexo común. Lo realmente importante son esas pequeñas cosas que casi pasan inadvertidas...

Querido Mario: ¡Qué puedo decir del protagonista de mis mil y una historias de fantasía! Eres el valiente marinero que pelea contra los piratas malvados y crueles del caribe y sus espingardas, el vaquero que recorre todo el oeste buscando a su padre errante, peleando contra rufianes y malvados tahúres diestros, el detective que encierra a los malos de La Peña y vuelve locas a las chicas. Eres, en definitiva, el héroe de los cuentos de aventuras de las noches de mis hijos...
No te engañes, tantas casualidades no lo son tanto. Sí es verdad que nos queda pendiente esa visita a Granada, pero aún habrá muchos más viajes por hacer...

Anónimo dijo...

Sr. Melkarr: ha vuelto usted a fallar. No era Sr. Anónimo sino sra, o mejor dicho señorita...

Anónimo dijo...

Sr. Melkarr: ha vuelto usted a fallar. No era Sr. Anónimo sino sra, o mejor dicho señorita...