jueves, 3 de noviembre de 2011

En órbita


Siempre he soñado con ser astronauta. Bueno, en realidad no es así. Lo correcto sería decir que siempre he querido ser astronauta. Soñar, lo que se dice soñar, no lo he hecho hasta anoche.

No sé qué me pasa de un tiempo a esta parte, que soy capaz de recordar perfectamente lo que sueño. A veces son historias divertidas, como cuando era guardia urbano y paré a un conductor que iba como loco por las calles de La Laguna, de noche y con unas gafas de sol y resultó que era ciego, o en ocasiones terroríficas, como cuando fui testigo de cómo una de mis cuñadas se lanzaba por una ventana harta de aguantar bromas de sus hermanas. Afortunadamente, nunca han sido sueños premonitorios. Eso sí, me suelen mantener entretenido todas las horas que estoy dormido. Por eso, cuando me despierto, deseo poder contarlos. Pero no sé por qué, pero me da la sensación de que cuando lo intento, salen huyendo de mi presencia, cuando en vez de "Érase una vez..." me oyen decir: "¿Te cuento lo que soñé anoche?"

Lo bueno de escribir un blog es que nunca sabes si lo llega a leer alguien y sobre todo, en qué línea decide arrojar la toalla y cerrar la página. Así que como soy ajeno al interés o ignorancia que produce este lugar, pensaré que esta vez, cuando explico lo que soñé anoche, le interesará a alguno.

Anoche soñé que era astronauta. Estaba embarcado en la estación espacial internacional, la ISS. Allí no se está de vacaciones. Ya lo tenía claro, que la mayor parte del día lo emplearía en hacer experimentos y anotar resultados. Mi sueño no me dejó resquicio para ser piloto, así que supongo que como losa que tengo encima de mi cabeza y que me persigue, ni siquiera cuando estoy en los brazos de Morfeo, dejo de ser médico.
Había un astronauta, cuyo nombre no recuerdo, que decía que cuando estaba en órbita no hacía más que mirar por la escotilla (cuando podía), añorando volver a la Tierra. Cuando estaba en casa, ansiaba poder volver a estar flotando en el espacio.

Como contaba, me encontraba en órbita y ahora que por fin disponía de un rato de descanso, como hacen todos los astronautas que por fin han llegado cumplido su sueño de niños al llegar al espacio y experimentar la ingravidez, nada mejor que irme a la escotilla y ver cómo damos vueltas alrededor de nuestro maravilloso planeta azul. Han sido pocos los afortunados que han tenido el privilegio de ir al espacio y la vista desde allí es magnífica.
En casa tengo un libro de fotografías hechas desde el espacio, que refleja sin duda la magnificencia del maravilloso espectáculo que pueden disfrutar unos pocos afortunados. Y recordar ese libro, seguro que fue lo que me llevó a intentar hacer mis propias fotos.
Giré hacia un lado para coger mi cámara y de pronto recordé que cuando salía de casa, camino de la plataforma de lanzamiento, me di cuenta que me había dejado mi equipo fotográfico detrás.
Intenté volver a por ella, ya que sólo tenía que abrir el portal de casa y subir a por la bolsa donde tenía mi cámara con sus objetivos, pero Lou me cogió del brazo y casi arrastrándome hasta la plataforma de lanzamiento, me dijo:

- Es igual, Mel, déjalo, que vas a llegar a tarde y el cohete no va a esperar por ti. No te preocupes, ya la llevarás la próxima vez.
- ¿¿¿La próxima vez??? - pensaba ahora ante aquel espectáculo que no podía fotografiar - ¡¡A lo mejor no hay próxima vez!!

Y el inconsciente, que es muy sabio, para evitar un conflicto matrimonial de dimensiones astronómicas, decidió que debía despertarme y dar por concluido aquel sueño inconcluso.

Así que fiel lector, si no has abandonado antes la lectura, que de mi frustración saques una enseñanza, como las que ofrecían las fábulas de animales que nos contaban en nuestra infancia: Si algún día tienes la suerte de convertirte en astronauta, considérate un privilegiado por poder disfrutar de un espectáculo único. Por Dios, no te dejes en casa la cámara de fotos y acuérdate de mí. Aprende de mis fracasos y haz todas las fotos que para una vez que fui astronauta, yo no pude hacer.





4 comentarios:

Marta Gómez dijo...

Jajaja, muy divertido tu sueño. He aguantado hasta el final!!

Anónimo dijo...

El otro dia en un vuelo (comercial) disfrute de las explicaciones del piloto, gran aficionado a la astronomia, que nos aviso el momento en que la ISS era visible desde el avion, y en otro momento en que pudimos ver a Jupiter...interesantisimo!
Ana UK

Soulprowler dijo...

Una vez más me has arrancado una sonrisa y como premio aqui tienes una reflexión musical de lo que te hubiera pasado si Lou no te despierta:
"Ground control to major Mel
Ground control to major Mel
Take your protein pills and put your helmet on
(Ten) Ground control (Nine) to major Mel (Eight)
(Seven, six) Commencing countdown (Five), engines on (Four)
(Three, two) Check ignition (One) and may gods (Blastoff) love be with you

This is ground control to major Tom, you've really made the grade
And the papers want to know whose shirts you wear
Now it's time to leave the capsule if you dare
This is major Mel to ground control, I'm stepping through the door
And I'm floating in a most peculiar way
And the stars look very different today
Here am I sitting in a tin can far above the world
Planet Earth is blue and there's nothing I can do

Though I'm past one hundred thousand miles, I'm feeling very still
And I think my spaceship knows which way to go
Tell my wife I love her very much, she knows
Ground control to major Mel, your circuits dead, there's something wrong
Can you hear me, major Mel?
Can you hear me, major Mel?
Can you hear me, major Mel?
Can you...
Here am I sitting in my tin can far above the Moon
Planet Earth is blue and there's nothing I can do"

Así no te dejarás la cámara! :-)
Ah!, seguro que no era este al que paraste cuando fuiste guardia urbano? http://youtu.be/p9YI7wUFl0w

melkarr dijo...

Marta Gómez: Gracias por llegar hasta el final. El día que tú falles, esto lo cerramos.

Ana UK: ¡Qué suerte de vuelo! Jamás me ha pasado una cosa así. Si me sucede, al salir me meto en la cabina y le doy un abrazo al piloto...

Soulprowler: Veo que además de la fotografía también te gusta el cine y la música. Eres un erudito. No todo el mundo conoce a David Bowie. Soulprowler, es usted todo un personaje.