domingo, 15 de agosto de 2010

Cambios
















En los comienzos de la era de la electricidad, la Edison Electric Company, en las habitaciones de los afortunados hoteles a los que les daba suministro, colocaba un rótulo que rezaba así:
"No intente encender la luz con una cerilla. Sólo tiene que girar el interruptor de la pared al lado de la puerta. El uso de la electricidad para iluminar, no es perjudicial para la salud, ni afecta el sueño". 

Además de la luz eléctrica, Edison inventó entre otros adelantos, el fonógrafo, capaz de grabar y reproducir sonido. La evolución de este ingenio, permitió que en 1963, un joven compositor llamado Robert Allen Zimmerman, también conocido como Bob Dylan, pudiese grabar una magnífica canción a la que tituló The Times They Are A-Changing, algo así como que Los tiempos están cambiando. Cántico inocente y lleno de candidez, pues su discurso optimista dirigido a la clase política, casi 50 años más tarde, permanece plenamente vigente, pues hay muchas cosas que por desgracia, siguen sin cambiar y sin tener sentido alguno.

El sentido lo perdió Suecia, cuando experimentó un cambio en 1967, que transformó las calles de su país. En la madrugada del 3 de septiembre, decidió modificar el sentido de la circulación de su parque móvil, para hacerlo por la derecha, como sus países vecinos. No se produjo ningún incidente, ya que la población había sido preparada por psicólogos y educadores viales, durante cuatro años.

Precisamente de Suecia, surgió el grupo ABBA, que en 1983 comercializa su album The visitors. Tras casi un siglo de dominación sonora, es el primer disco compacto, llamado CD, que retiraría de nuestras estanterías el disco de vinilo. Se produce un notable cambio en la mejora del sonido, y en nuestras costumbres. Se acabó el comprar agujas de diamante, el ruido de cotufas de la electricidad estática y el levantarse a dar la vuelta al disco.

Dicen que los CD's tienen los días contados por el cambio que ha supuesto la llegada de internet a nuestras vidas. Estos nuevos cambios ocurren más rápido de lo que creemos. ¿Cómo explicar a tus hijos que no hace mucho el cambio te lo daban en duros y pesetas, que no existía el e-mail, ni el GPS, ni Bob Esponja?
Marta ayer, sin ir más lejos, rumbo a la piscina, caminaba con la cabeza hacia atrás, mirando con asombro al ver por primera vez en su vida, a una mujer hablando en una cabina telefónica.
- ¿Qué hace esa señora? - preguntó a su madre.
- Hablar por teléfono - le contestó.
- Pero ¿por qué no llama del móvil?
Pregunta que no sorprende en este mundo actual en el que le toca vivir.

Y ante tanto cambio, los más duros de aceptar son los que experimentan tus hijos, que van creciendo y haciéndose mayores. Dentro de poco no podremos disfrutar de momentos de deliciosa lógica infantil, como los que nos van regalando cada día:
- ¿Mami, me traes un vaso de agua?
- Sí, Marta, enseguida... 
- Mami, corre, que se me va la sed...

3 comentarios:

Rafa Bethencourt dijo...

que bueno...
me ha flipado tu entrada...
abrazos
rafa

Rafa Bethencourt dijo...

aunque si se escapa la sed prueba con una cuchara de gofio sopera que seguramente vuelve...

José Amaro Carrillo dijo...

Querido Mel(itón):
No dejas de sorprenderme. Este último artículo me parece una auténtica virguería virguería de ésas sobre las que canta David Bisbal en su célebre canción triunfera. Leerte no es sólo un placer sensual (que diría Sarita Mo ...ntiel) sino también una fuente de conocimientos enciclopédicos y prácticos para la vida. Las deliciosas anécdotas de tu hija Marta me recuerdan a las geniales tiras de Quino con Mafalda. Y es que la lógica ilógica (y masónica) inocencia de los niños nos muestra el mundo tal y como debería ser si, de adultos, la mayoría de nosotros no nos volviésemos unos pollabobas, después de experimentar tantos cambios en nuestra propia piel. Un abrazo y que sigas teniendo tan felices como productivas vacaciones.