Todas las guardias de la ambulancia, empiezan de la misma manera. Se trata de un patrón común, que parece obedecer a las partes de una liturgia secreta, no escrita, pero que está firmemente enraizada. Esto se exacerba aún más, cuando te encuentras con un equipo que no suele ser el habitual o que incluso conoces ese mismo día.
Tras los saludos iniciales y a veces no necesariamente en este orden, el enfermero, que suele ser (por no decir que siempre), más puntual que yo, tiene la costumbre de preguntarme mi talla de guantes, para tener una caja a mano, nunca mejor dicho.
- Grandes - les contesto y continúo siempre con la contra-pregunta: - ¿Has traído un fonendo? Porque yo no tengo ninguno... - lo cual los deja al principio bastante descolocados.
Tras la presentación de cada uno, como un post-it inherente a cada personaje, no me sorprendo ya, cuando el enfermero hace la inevitable descripción de sí mismo. Esto es algo que suelo ver más en ellos, que en sus colegas femeninas, que suelen ser más observadoras y menos supersticiosas.
Tras el apretón de manos y la cuestión de los guantes, espero ansioso ese auto-análisis o comentario personal, del tipo: Hoy vamos a tener una guardia movida. Que sepas que soy un gafe...
Otras veces, escuchas el enfermero que se desmarca, no haciéndose responsable de la catástrofe que nos espera, diciendo con rotundidad: Prepárate, porque hoy hay luna llena...
Pero puede ocurrir que la culpa no sea ni de los cuerpos celestes, ni del propio enfermero, como cuando te advierten: Mis guardias suelen ser tranquilas (preludio de que la racha va a tocar a su fin), así que si no paramos en todo el día, es por culpa tuya...
Todos estos comentarios supersticiosos son tan propios del medio, como lo es la sirena y sus luces parpadeando. No es que me vaya haciendo mayor, EN ABSOLUTO, pero sí es verdad que cada vez me van sorprendiendo menos cosas. Este fin de semana, he hecho doblete de guardias con un enfermero, que me recibió con estas palabras: Hola, por si no lo sabes, soy un freaky y además hay luna llena. Así que no te sorprendas de los servicios tan raros que vayamos a hacer hoy...
Cuando oí esto, aunque no soy en absoluto nada supersticioso, supe que me esperaban un sábado y un domingo muy interesantes...
7 comentarios:
Y me equivoquè? Pero reconoceràs que al menos obtuviste temas de análisis para una temporada. Un abrazo, Doc. Xavi
De lo acontecido con aquel enfermero trastornado, tratará el próximo post, querido Sr Destripador883.
Estás cogiendo el gusto a esto de hacer post introducción de otro post. Pues no tardes en contar la guardia de este finde, sí? Estoy intrigada/o.
Qué cabrón!!! Lo has clavado... jajajaja. Recuerda que hubo un día... bueno, muchos... en los que yo fui "tu" enfermero... Espero que se vuelva a repetir. Por cierto.... que sepas que soy un poco gafe...jaajaja.
Un abrazo.
Cuando escribí lo del fonendo, no hacía más que pensar en ti...
Algún día tendrás que escribir en tu blog sobre ese artilugio que se coloca en las orejas y tantas conversaciones interesantes nos ha dado....jajajajajaja
Siento no haberte preguntado la talla de guantes ;-P
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